De nuevo pasaron las pascuas y un año más yo sigo estando por estrenarme en esto tan fundamental e inapelable de las cestas de navidad, porque a mí nunca me han regalado una y a estas alturas del guión sospecho que dejaré este mundo sin que se produzca el tal evento, lo que da poco lustre a mi currículum.
![Cesta de navidad](https://lostiemposdelpuchero.wordpress.com/wp-content/uploads/2015/07/34ooe491.png?w=300&h=221)
Una cesta como Dios manda
Antes recibir una de estas cestas navideñas era señal de potestad y señorío, las cestas se enviaban a quienes el donante estaba particularmente agradecido por ejemplo al médico que te había salvado in extremis de algún severo flagelo o calamidad, a los padres de la chica cuya mano íbamos a pedir en breve y, por supuesto, las cestas de mayor presencia y merecimiento acaban siempre, como ahora, en manos de políticos dadivosos, empresarios con contratos que otorgar o de algún gran gurú de la administración capaz de acabar con la cesantía de una familia entera engastando a todos sus miembros entre los engranajes de la cosa pública.
También hasta no hace tanto era el clero quien acaparaba muchos de los primeros puestos de este ranking de los agasajos navideños pero los tiempos han cambiado, los poderes terrenales de la Iglesia han retrocedido y pocas son las cestas que hoy circulan por los curatos. Este mismo cambio en los valores tradicionales nos llevado a la globalización de las cestas de manera que, salvo yo, todo el mundo, por un motivo u otro, ha sido obsequiado algún año o muchos con su cesta pertinente.
Esta democratización de las cestas de navidad, supongo, es un elemento más del estado del bienestar y seguramente sólo será cuestión de tiempo que una reforma constitucional o alguna ley orgánica garantice cada año una cesta per cápita o al menos por unidad familiar. Habrá entonces que crear una Dirección General de Cestas Navideñas, abrir un censo de beneficiarios y establecer los requisitos para serlo. Mientras, los tertulianos rumiarán sobre el efecto llamada que las cestas provocan y las asociaciones de inmigrantes exigirán que los contenidos de las cestas se adapten rigurosamente a la realidad cultural de cada grupo y así los musulmanes, por ejemplo, pedirán que se sustituyan los embutidos de cerdo por salchichones de burro y cecina de oveja. Tampoco tardarán en aparecer las mafias que acaparen el tráfico ilícito de cestas y grandes partidas de éstas serán ilegalmente embarcadas hacia Sudamérica principalmente…
Y ahora veamos los entresijos de las cestas navideñas: ya hemos dicho que con ellas principalmente se trata de agradar a
![Jamón de Jabugo](https://lostiemposdelpuchero.wordpress.com/wp-content/uploads/2015/07/jamon-iberico-puro-de-bellota-cinco-jotas-5j-7-kg1.jpg?w=1020)
Imprescindible
alguien o de predisponerlo a nuestro favor por eso toda cesta que se precie,
![Dulces de navidad](https://lostiemposdelpuchero.wordpress.com/wp-content/uploads/2015/07/4821.jpg?w=300&h=188)
Dulces propios de la navidad
toda cesta respetable y con empaque debe llevar un jamón, un jamón de pata negra y buena presencia aunque en ocasiones, y si cuela cuela, se puede dar el cambiazo del jamón por una paletilla. Tan fundamental como el jamón resulta la inclusión de algunos dulces navideños como turrones, mantecados, alfajores, etc. Después vienen las botellas que necesariamente deben incluir un cava de renombril y un aguardiente, bebidas ambas muy navideñas. Algún vino tinto de esos de toda la vida, un jerez y unos whiskys y otros destilados.
El siguiente ornamento de la cesta, también absolutamente necesario, será un generoso ramillete de embutidos de la más alta cuna donde nunca faltarán un lomo embuchado, un fuet y unos chorizos de probada sazón además de alguna otra gracieta que se quiera añadir tal que algún paté.
![conservas marisco](https://lostiemposdelpuchero.wordpress.com/wp-content/uploads/2015/07/sub_conservas1.jpg?w=1020)
Selección de conservas de marisco
Finalmente otro apartado necesario es el de las conservas que deben ser todas de mariscos y moluscos: berberechos, mejillones, navajas, conchas finas; no se por qué regla de etiqueta será pero no resulta de recibo, por ejemplo, incluir unas sardinas en aceite o escabeche. Se pueden admintir también alguna lata de buenos espárragos blancos y/o corazones de alcachofa. Completamos el lote con algunas chucherías como bombones o frutos secos y ya estamos en disposición de dar un alegrón de campanillas al destinatario de tanto portento reunido.
Como yo no llego a tener tratos con obispos, políticos ni gerifaltes de la administración pues nunca he visto en carne mortal una cesta de éstas de primera división que siempre imagino nimbadas de una dorada aureola. Por el contrario sí he visto las cestas que reciben mis allegados, amigos y vecinos que muchas veces son regalo de empresa y que no son cestas sino cajas de cartón con cuatro botellas y un par de latas infumables y que como complemento.
![cesta](https://lostiemposdelpuchero.wordpress.com/wp-content/uploads/2015/07/cesta21.jpg?w=1020)
- Cesta ad hoc para navidad
no van más allá de un lomo algo bastardo, algún vino espumoso y unos polvorones. Otras veces por ejemplo para el maestro los padres hacen una somera colecta y arman una cesta con unas botellitas, unos dulces y unas poquitas conservas de marcas blancas a lo que de todos modos hay que estar agradecido.
Cestas la hay de todas las categorías, en mi barrio las venden ya preparadas desde cincuenta euros y en todos los casos he observado que las alegrías y alborozos de quien recibe una cesta son tan verdaderos que me llevan a pensar que la ilusión no consiste en lo que te regalan, aunque sea sólo pacotilla, sino en que vaya en una cesta .
Francisco J. Aute
PS: si va a regalar una cesta no olvide que más importante incluso el jamón es una tarjeta con nuestros parabienes e identidad de manera que al receptor no le quepa duda ninguna de quien es el donante.