Para salir del apuro

Hay veces que por una u otra circunstancia: amigos que se presentan inesperadamente, falta de provisiones frescas, escasez de tiempo y, sobre todo, pereza crónica porque ponerse a mover cacharros, atizar los fuegos y estar vigilante de las potas, si es para comer sólo una o dos persona es como un súbito ataque de mialgia crónica de esos que tan de moda están ahora entre muchas amas de casa, especialmente las gorditas, dormilonas y dadas al comadreo; más especialmente a las que tienen la madre o la suegra a cerca y dispuestas a echarle una o varias mano.

conservas

Todo tipo de conservas

Cuando uno no tiene ayuda a mano estas situaciones se resuelven rápidamente acudiendo a los congelados, precocinados, llamadas al chino o tirando de conservas. Sin olvidarnos, claro, de la más aplaudida de las opciones, especialmente si hay niños: el encargo a la pizzería del barrio.

En este apartado vamos a hablar preferentemente de recetas de fortuna que elaboradas a partir de conservas, congelados o ambas cosas nos pueden sacar de apuros, prisas o apatías, apatías demoledoras pero  hambrientas. Está claro que con comerse una lata de sardinas en aceite o picantes, unos mejillones en escabeche o unas hamburguesas descongeladas en la misma sartén es suficiente para salir del compromiso, pero está claro que no puede ser comida de diario (no somos americanos) ni es de recibo machacarse así los colesteroles, triglicéridos y otros ácidos o proteínas que circulan por nuestras entretelas.

conservas

Conservas de todo tipo

Una cocina que se precie ha de contar con un buen fondo de conservas pues éstas son polivalentes ya que tanto sirven para hacerlas plato principal, como para preparar algún guiso de poco esfuerzo o bien como guarnición y decoro de obras mayores.

Imprescindibles son las conservas marinas: atún, bonito, mejillones, melva, berberechos, sardinas, huevas prensadas de bacalao, hígado del mismo animal, zamburiñas, navajas… vamos un sin fín de delicias. Bueno lo de delicias era antes cuando las conservas se hacían con esmero y productos de buena calidad, en realidad se destinaban a conservas los mejores productos del mar o la huerta mientras que

conservas de pescado

Conservas marinas

ahora se suelen enlatar los que menos aceptación tendrían en los mercados en general subproductos de la elaboración los pescados congelados en los barcos factoría. Las marcas blancas de todas la cadenas son de espanto y todas tienen su trampa, por ejemplo si nos llevamos al súper las gafas de ver de cerca, casi mejor una lupa, podremos comprobar con asombro como al menos el 90% de las conservas de berberechos están producidas en Holanda. Se ve que en los ‘polders’ se dan bien estos bichos que luego aquí se presentan a veces como «Berberechos de las rías» y claro, uno piensa que son de las rías gallegas hasta que ve que son de las holandesas, si es que en Holanda hubiese rías, claro.

De igual manera hay marcas que no quiero citar, como Dani o Grandes Hoteles y muchas de las marcas blancas de las grandes cadenas cuyas conservas, baratas eso si, son infames por cuanto tanto la materia prima como la condimentación son verdaderos atentados a la inteligencia y el paladar del consumidor y eso sin mirar con la lupa los conservantes y saborizantes que incluyen. Lo peor de todo es que salvo en las grandes superficies de más renombril no se pueden encontrar otras marcas de más calidad y confianza y es que abrir una lata de mejillones y encontrarse con una docena o docena y media de bichos más parecidos a un escarabajo en miniatura de feo color, poca carne y mal aliño le amarga a uno el aperitivo.

Siguiendo con nuestros fondos de cocina hay que referirse necesariamente a las conservas vegetales que hoy son muy variadas y al contrario que las marinas suelen tener una mejor calidad en casi todas las marcas incluso las blancas. Imprescindibles son las latas de aceitunas tanto verdes como negras, los pimientos del piquillos los espárragos blancos ya

conservas vegetales

Tarros de conservas vegetales

sean puntas o el espárrago entero; los espárragos verdes últimamente van presentando muy buenos productos. En las alcachofas hay que tener cuidado porque a veces se comercializan corazones de alcachofas de buena calidad mientras que en otras son sólo centros de alcachofas de nulo valor así que mejor fijarse bien en la etiqueta o comprarlas en tarros de cristal. Las habas fritas en aceite son muy socorridas como guarniciones pero hay que fijarse en que sean preferentemente en aceite de oliva y no de girasol. Las patatas de París, pequeñitas y cocidas son también un buen ingrediente en algunas recetas o en guarnición. No deben olvidarse verduras como acelgas o borrajas, espinacas, champiñones y oras setas, tomates al natural enteros, tamizados o fritos, pimientos morrones y un largo etc. No hay que dejar en el tintero/teclado los tarros de garbanzos, lentejas y judías ya cocidos que con cuatro cosillas más que le pongas dan excelentes resultados como base para ensaladas sobre todo en tiempos veraniegos.

corned beef

Conservas cárnicas

Las conservas cárnicas no son muy frecuentes entre nosotros y quitando el magro de cerdo, algo de corned beef, callos y salchichas es difícil encontrar otras cosas tal vez algunas perdices o tórtolas y poco más.

Luego están los verdaderos platos en conserva: la más clásica de todas es la fabada asturiana a la que tiempo después se le unieron distintas variedades de cocidos,

Litoral

Platos de la señera marca Litoral

lentejas de diversa denominación y cosillas de éstas que por si solas constituyen un plato completo para un almuerzo bastante decente y por lo general suculento. Iguales advertencias hay que hacer aquí sobre las diversas marcas y sus calidades. Pero como estas conservas son de por si platos completos que no precisan aditamento ni elaboración ninguna quedarán fuera de este capítulo de necesidades algo más complejas pero ya que en esos cocinados estamos he de decir que nunca he encontrado un arroz precocinado, cocido o preparado de alguna manera que sea mínimamente comestible. Las sopas de sobre, deshidratados o fideos chinos no merecen más atención que alguna anécdota histórica y personal que ya veré si encuentro donde encajarla.

Consejo final: proveámonos de un buen surtido de conservas, semiconservas y algunos congelados pero que tengan una calidad suficiente como para poder trabajar con ellos sin que acaben naufragando o, peor aún, revolviéndonos las tripas.

Francisco J. Aute

– Las gulas de Teresa Rivero

Un comentario en “Para salir del apuro

Deja un comentario